16 de mayo de 2010

Cansada


Estoy cansada de estudiar, de estar todo el día en casa, de que me duela el estómago, de no dormir bien, de tener la cabeza en otro sitio, de no saber si al final todo este esfuerzo valdrá para algo o volveré a pasarme el mes que viene igual que este.


Quiero que se acabe ya, salir, tomar el aire, ir al castillo, a hacernos fotos, hacer tardes de chicas, plancharme el pelo, quitarme el chándal...


Pero todavía quedan dos semanas más (las últimas con suerte!) y aunque me está costando dios y ayuda, tengo que seguir estando ahí, ya queda poco, es el último empujón. Pero no sé muy bien por qué es el que más cuesta, quizás porque ves el final y te resistes a terminar una etapa y enfrentarte a la realidad, nueva, diferente, desconocida. Quizás porque nos resistimos a cambiar, a dejar de ser estudiantes, a enfrentarnos por primera vez y solos al mundo real, un mundo lleno de incertidumbres, de NOs, de rechazos, de gente juzgándo tu trabajo por lo que pone en un papel... a un mundo nada fácil, pero al que tarde o temprano vamos a tener que enfrentarnos.


Y es ese mundo el que se ríe de tí, de tu preparación, de todo el esfuerzo que has realizado durante estos años, que no valora tu esfuerzo,ni tus notas, sólo un apartado en el que pone "experiencia laboral", y que si está vacío... olvídate, seguramente no encajarás en el perfil...


Y quién te va a dar experiencia cuando acabas, si todos te la piden? quién va a ser el primero? quién va a confiar en tí por primera vez?


Después de esto, todavía no ha empezado nada, todavía no han empezado los quebraderos de cabeza, las frustraciones, las noches sin dormir, los lloros, la rabia, los "no valgo para nada", "nadie me quiere en ningún sitio"... y muchas más descalificaciones que nos hacemos a nosotros mismos, al darnos cuenta de que nuestras propuestas siempre son desestimadas. A pesar de todo, y aunque en algunos momentos sea muy difícil, hay que pensar que en algún momento, en algún lugar, va a haber alguién que confíe en tí por primera vez.


Ahora mismo, para verme en esa "maravillosa" situación, tengo que acabar lo que estoy haciendo, así que... me voy a estudiar (otra vez). Intentaré vencer a las voces de mi cabeza cuando dicen: "ya no puedes más, déjalo por hoy". Para saltar obstáculos más grandes hay que empezar por saltar las pequeñas piedras.


Que sea lo que tenga que ser, y sino... siempre quedarán las oposiciones....

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